Castilla y León es, para muchos, una zona por descubrir y que esconde gran cantidad de tesoros. Palencia es una ciudad desconocida y por ello sorprendente. Aúna un conjunto de asombrosas obras arquitectónicas y artísticas en el centro histórico, como su popular Catedral, llamada “la Bella Desconocida”.  

• Catedral de San Antolín: construida en el siglo XIV sobre los restos de otras iglesias (visigoda y románica), es la tercera catedral más grande de España.  Las reliquias de San Antolín, santo sirio del siglo IV, se encuentran en el interior de este templo, que además atesora una increíble colección de obras de arte como el altar mayor, la Capilla del Sagrario, además de obras de El Greco, Gil de Siloé o Pedro Berruguete. 


• Cristo del Otero: sobre un cerro de la ciudad se alza el Sagrado Corazón de Jesús de Victorio Macho, escultor palentino. Construido en 1931 y con 22 metros de altura, se la considera una de las esculturas de Cristo más altas del mundo. 


• Palacio de la Diputación Provincial: sede de la Diputación de Palencia, este edificio fue construido en 1914 y se enmarca entre los grandes edificios del modernismo palentino de los inicios del siglo XX. Tanto su fachada principal, con gran cantidad de detalles como su interior de gran elegancia y vistosidad, sorprenden a quien lo visite. 


• Plaza Mayor: rodeada de soportales en su mayoría, está presidida por un monumento a Alonso Berruguete, de 4 metros de altura. En uno de sus laterales se ubica la Casa Consistorial, de estilo neoclásico y posiblemente, uno de los más bellos de la capital. 


• Calle Mayor: pasear por los 900 metros de la calle principal y comercial de Palencia te llevará a observar la arquitectura de la burguesía palestina de los siglos XIX y XX.


• Río Carrión: este río discurre íntegramente por la provincia de Palencia y atraviesa su capital. Por ello encontrarás, una de las obras de ingeniería más importantes de la historia de España: el Canal de Castilla. 


• Iglesia de San Lázaro: antiguo hospital de peregrinos y leprosos, cuenta la leyenda que fue construido por el Cid Campeador en el siglo XI.